La Semana Santa es una celebración cristiana que recuerda los últimos momentos de Cristo en la Tierra. Es el tiempo más importante del calendario litúrgico para los cristianos católicos porque se celebra la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo. También se denomina Pascua, que significa paso a paso. Esta fiesta se celebra anualmente entre los meses de marzo y principios del mes de abril de cada año y abarca desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. La Semana Santa se manifiesta mediante diversas actividades, como misas, procesiones, viacrucis vivientes, entre otros ritos cristianos.
Se celebra en todas las ciudades y puntos de España. En Cádiz concretamente, se sacan a las calles los pasos o procesiones. El paso es la plataforma donde se lleva en procesión a las imágenes religiosas y para acompañarlas, hay bandas que tocan marchas procesionales.
La marcha procesional es un género musical cuya estructura se basa en una marcha que está formada por un tema, un desarrollo, un trío y una reexposición del tema y a veces cuenta con una introducción y una coda. El estilo se caracteriza por su adaptación y adecuación al acto procesional en compás, pulso y tiempo. Habitualmente, la primera marcha que se toca es el himno nacional, que proclama la salida del paso a la calle. Sin embargo, son las hermandades quienes deciden el repertorio musical que querrá que acompañe a su pasos.
Para enseñar esta fiesta a los más pequeños en un aula de Educación Infantil, es importante primero conocer si las familias son católicos o no. Aun así, sean o no creyentes, hay que tener en cuenta que lo esencial es crear en el alumnado valores como la tolerancia y el respeto hacia otras creencias y ritos religiosos.
Para el alumnado creyente hay que explicarle qué es la Semana Santa con un lenguaje sencillo y evitar entrar en detalles complejos. Además, es importante que conozcan los días señalados y qué se celebra en cada uno de ellos.
Algunas actividades que se pueden plantear para hacer en clase la semana previa, suelen ser manualidades, crucigramas, maquetas, juegos, etc. Sin embargo, también se puede aprovechar esta fiesta para trabajar la música.
Puede resultar curioso ponerles bandas y marchas procesionales al alumnado y dejarles que lleven el pulso de forma libre. Luego, indicarles que lo sigan o que hagan percusión con su cuerpo al ritmo. También pueden intentar identificar los instrumentos que aparecen y conocer las propiedades y sonidos de cada uno de ellos. Por último, pueden asistir a algún ensayo de banda que haya cerca del colegio o que el mismo alumnado de cursos superiores prepare, así podrán vivenciar desde primer plano la música y los instrumentos que se tocan en esta fiesta.
Nunca hay que olvidar que cualquier momento es oportuno para acercar a los más pequeños a la música y para enseñarles lo que nos puede llegar a transmitir.
¡Muy bien!
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